El nuevo anuncio de Heineken lo deja claro: “No bebas Heineken”. Evidentemente la marca no invita precisamente a “no consumir”, sino que pretende explotar el mensaje de: “No bebas si vas a conducir”. Este mensaje llega en un momento de lo más oportuno: tras haberse convertido en el nuevo patrocinador global de Fórmula 1.
La publicidad de las bebidas espirituosas o alcohólicas ha sido uno de los grandes paradigmas. A simple vista, anunciar ron o cerveza, puede parecer muy simple: colocas a un par de tipos en un bar y ya está hecho el anuncio. Pero la legislación vigente exige que no se puedan publicitar este tipo de bebidas tan alegremente. Antes, los anuncios y todo tipo de promoción o campaña debe pasar un control y cumplir a posteriori como horarios y emplazamientos prohibidos.
¿Cómo hacen estas marcas de bebidas para atraer público pero sin incitar al consumo? Parece una gran controversia.
Vemos el ejemplo de Heineken bajo un estandarte de “responsabilidad”. Algunas otras marcas como la conocida Mahou, introduce la bebida como parte de un escenario y de la vida cotidiana de los protagonistas de los anuncios (como hemos visto en el caso de conocidas estrellas españolas). Algo muy similar ha hecho la cerveza Estrella Damm, cuyos anuncios de verano están siendo los nuevos "anuncios de la lotería de Navidad".
Otras marcas prefieren ir por el camino de la evocación. Evocar paisajes y sensaciones propias del Caribe o de la tierra del producto. Tipo Ron Barceló o Malibú por ejemplo. Tampoco olvidamos la inspiración cinematográfica, como hacía antes Martini o incluso Johnnie Walker haciendo gala de la clase.
En resumen, hay muchos tipos de anuncios de bebidas alcohólicas y distintas vías para "anunciar sin tentar". Mientras esperamos a que las marcas nos sorprendan con nuevas ocurrencias, copiaremos a Heineken en su "Si bebes no conduzcas".