Índice de contenidos:
El marketing de influencers es una rama de nuestra disciplina que hoy en día tiene más fuerza que nunca. Pertenezcas al segmento demográfico que pertenezcas, prácticamente todas las marcas cuentan (como mínimo) con una persona capaz de generar movimiento en el funnel de conversión.
Los influencers son figuras que en un inicio no se tomaron demasiado en cuenta, y fueron infravalorados en innumerables ocasiones. Hoy, su poder es tan evidente que desde hace unos años existen agencias de influencers especializadas y las grandes empresas ya cuentan con una partida presupuestaria en sus estrategias destinadas única y exclusivamente a este fin.
En este artículo haremos un recorrido por algunas de las dudas más frecuentes que hemos detectado: cuál es el origen real de los influencers, qué debe tenerse en cuenta a la hora de elegir a un/a embajador/a de marca, o cómo de sencillo es trabajar con unos u otras.
Un selfie con morritos, ¡y empezamos!
La realidad es que no existe una fecha concreta en lo referente al inicio de este tipo de campañas. Su evolución ha ido de manera paralela (y conectada) a la de la comunicación digital, y lo que sí podemos deducir es que su auge puede relacionarse con unos hitos muy claros:
Si tienes una marca y estás pensando en empezar a incluir colaboraciones con perfiles relevantes en tu estrategia de redes sociales, te lanzamos una recomendación directa y es que contactes con una agencia de influencers. Hoy en día existe un mercado muy variado y especializado en la materia: desde agencias con especialidad deportiva, moda, salud y belleza, etc.
Sin embargo, antes de lanzarte a ese vasto mercado, te vendrá bien tener en cuenta varios aspectos clave a la hora de decantarte por un perfil u otro. ¡Toma nota!
Conociendo a tu público objetivo, te recomendamos que elijas a un influencer que sea relevante para él. Ten en cuenta que el contenido que genere el perfil elegido deberá ser afín a los valores de tu compañía. Recuerda que eres tú como marca el que debe adaptarse al perfil de influencer, no viceversa. Por mucho que mandes un briefing detallado de campaña, si la persona no representa en absoluto el mensaje que quieres transmitir, aquí tienes un spoiler: no va a funcionar.
Haz un previo análisis del perfil demográfico con el que interactúa el influencer. Ten en cuenta la edad de las personas con las que se comunica, su ubicación geográfica aproximada, o los intereses que despierta entre sus seguidores. Esto te dará claras pistas sobre si estás en el buen camino a la hora de tomar la decisión.
Estas dos métricas son clave. Olvídate por un momento del número de seguidores, te prometemos que eso no es tan importante. En este punto es clave observar la calidad de la respuesta de sus seguidores (por encima de la cantidad). Haz un breve análisis de su tasa de interacción (número de reacciones, likes o comentarios) para que puedas hacerte una idea del verdadero impacto que genera en la comunidad.
No pasa nada si ese perfil colabora con frecuencia con otras marcas: de hecho, lo más probable es que lo haga. Sin embargo, es esencial que revises que no tiene otros contratos con empresas que puedan ser competencia directa de tu negocio. Además, hacer este ejercicio de investigación te puede dar también información sobre su ética profesional, la calidad de su trabajo y el modo en el que es capaz de integrar los productos en su narrativa habitual.
Invertir en influencers y no solicitar ninguna métrica a cambio puede ser algo peligroso. Establece antes del inicio de colaboración una serie de métricas a las que hacer seguimiento para poder determinar el retorno de la inversión. Los más comunes son alcance, interacción y conversiones. Después de cada colaboración podrás evaluar el impacto y determinar si ha funcionado mejor o peor.
Sabemos que todavía hay muchas empresas que cometen el error de no tomarse en serio los acuerdos con los influencers. ¡Pero tú seguro que no eres una de esas personas! Formaliza en un contrato el acuerdo de colaboración e incluye todas las especificaciones necesarias (desde el número de publicaciones, hasta los stories y fechas de publicación, hasta la compensación económica, claro). De este modo, también tú como empresa estarás blindada en caso de que el influencer no cumpla con lo pactado.
Aunque trabajar con influencers puede suponer un crecimiento de tu marca a nivel digital en muchos sentidos (desde tus datos en analítica web, hasta tus KPIs en la estrategia de redes sociales o incluso en ventas), estas acciones son en sí mismas un desafío.
Los principales puntos de dolor que puedes encontrarte radican en la gestión de expectativas de ambas partes: tanto del influencer, como las tuyas como marca. Por ese motivo, te recomendamos que sigas al pie de la letra los consejos que te lanzamos en este artículo: selecciona adecuadamente el perfil, negocia con total transparencia los contratos, expón todos los requisitos de comunicación con claridad y sé flexible. En el fondo estamos trabajando con personas, no con plataformas robotizadas.
Si tienes todo esto claro, te auguramos una futura campaña de marketing de influencers que podrás celebrar por todo lo alto.
¡Nos leemos muy pronto en el próximo artículo!