Laura Gómez, 13 Mayo, 2025
Como su propio nombre indica, el marketing visual consiste en utilizar diferentes elementos gráficos (como imágenes, vídeos, infografías y/o ilustraciones) para reforzar los mensajes que una marca desea transmitir.
Esta disciplina se basa en un principio muy poderoso: nuestra capacidad humana es capaz de procesar la información visual de manera mucho más rápida y efectiva que cualquier texto.
Solemos recordar más lo que vemos y menos lo que leemos. Esto refleja claramente por qué lo visual tiene un papel protagonista en la comunicación digital. En un entorno saturado de estímulos, captar la atención en los primeros segundos puede marcar la diferencia entre que un usuario se interese por tu contenido... o lo pase por alto.
En este artículo, descubrirás de qué hablamos cuando nos referimos al marketing visual, cómo integrarlo eficazmente en tu proyecto digital y por qué se ha convertido en una herramienta esencial para potenciar la conversión de usuarios en clientes.
El marketing visual no consiste únicamente en hacer algo visualmente atractivo. Su propósito va mucho más allá: comunicar eficazmente un mensaje, activar emociones y, sobre todo, guiar al usuario hacia una acción específica.
A través del uso estratégico de fotografías, vídeos, ilustraciones, infografías o animaciones, podemos generar confianza y transmitir información. El marketing visual trabaja con la percepción del usuario y utiliza los estímulos visuales como punto de partida para construir una relación emocional con la marca.
No se trata de "llenar" un diseño de elementos llamativos, sino de entender cómo la disposición, el color, la tipografía, los contrastes y el ritmo visual influyen en su comportamiento. En otras palabras: lo visual es comunicación estratégica.
Para la gran mayoría de los consumidores, la apariencia visual es uno de los factores más importantes en el momento de tomar una decisión. Esto no solo aplica al ecommerce, también a las webs corporativas, blogs, apps o landing pages, el marketing visual tiene un papel protagonista.
Cuidar cada uno de los puntos de contacto visual con el usuario es fundamental para generar una experiencia coherente, agradable y efectiva. Por ello, merece toda nuestra atención. Veamos cómo aplicarlo en diferentes áreas:
En diseño UX/UI, el marketing visual cumple con un doble papel: funcional y emocional. Es decir, debe integrar principios de diseño centrados en el usuario con estrategias visuales que potencien la comunicación de marca, la conexión emocional y la conversión.
Algunos de los principios más importantes que podemos tener en cuenta incluyen:
Hablar de la importancia del impacto visual en las redes sociales, parece obvio y desde luego, no es nada nuevo viendo la tendencia al consumo de imágenes y vídeos con plataformas como Tik Tok. Pero, no consiste solo en añadir contenido visual, sino en hacerlo de manera estratégica.
¿Cuáles son nuestros objetivos con una estrategia de marketing visual en redes sociales?
El impacto del marketing visual va mucho más allá de la simple estética, es un factor que influye directamente en la toma de decisiones de los usuarios. Por ello, lo consideramos como una herramienta fundamental para potenciar las conversiones dentro de cualquier estrategia de CRO.
Los usuarios deciden si quedarse o irse de una web en menos de 5 segundos. Un diseño visual atractivo y profesional genera confianza inmediata y aumentará la probabilidad de que sigan explorando, para más adelante convertir.
¿Qué podemos considerar para potenciar estas conversiones?
El primer pantallazo de una web es crítico. Si el diseño no está alineado con las expectativas del usuario, o la página tarda en cargar, es probable que abandone sin interactuar. La optimización de imágenes es un aspecto clave para mejorar el rendimiento de la web: realizar una compresión de archivos, contar con un sistema de caché, reducir el tiempo inicial de respuesta del servidor, etc.
El color tiene un poder psicológico que influye en las emociones y decisiones. Por ejemplo, mientras el rojo puede comunicar urgencia, el azul transmite confianza, o el verde se asocia con seguridad y avance. En función del tipo de acción que queramos provocar, podremos adaptar la paleta visual a objetivos concretos dentro del proceso de conversión.
Una llamada a la acción debe destacar del resto del contenido, tanto por su ubicación como por su diseño. Un botón pequeño, con poco contraste o mal alineado puede hacer que los usuarios lo ignoren completamente. Por eso, debemos cuidar su visibilidad, accesibilidad y conexión con el contenido cercano, logrando que parezca una evolución natural dentro del recorrido del usuario. Si te ha picado la curiosidad, hace unos meses escribimos este artículo sobre el diseño de CTAs efectivos.
Las imágenes no son simples elementos decorativos: también son argumentos. Mostrar el producto desde varios ángulos, enseñar cómo se utiliza, incluir testimonios visuales o mostrar el resultado final genera confianza. Un vídeo puede transmitir en 30 segundos lo que un párrafo de 300 palabras no consigue.
Cuando el producto o servicio tiene cierta complejidad, explicar su funcionamiento de forma visual puede marcar la diferencia. Una infografía clara, una animación sencilla o una secuencia de ilustraciones pueden aumentar significativamente la comprensión del usuario, y por tanto, su predisposición a convertir.
El marketing visual no es un añadido opcional a la estrategia digital: es un componente esencial para captar la atención de los usuarios, guiarlos por el camino y aumentar así el número de conversiones. Cada una de las aplicaciones que hemos comentado en este artículo debe estar orientada a ofrecer valor y a construir un buen recuerdo.
Estos son solo algunos puntos a tener en cuenta con los que trabajamos día a día en nuestros proyectos digitales. En Góbalo, estamos más que preparados para diseñar una estrategia donde el diseño UX/UI tenga el protagonismo que merece y así conseguir una experiencia digital visualmente atractiva, intuitiva y, lo más importante, efectiva.
Laura Gómez, Diseñadora de Productos Digitales (UX-UI)
Con el apoyo en la redacción de Irene Sotillo