Seguramente muchos de los conocidos como Youtubers no hayan pasado por una Facultad de Comunicación ni pisado un plató de televisión. Sin embargo sus vídeos, aparentemente improvisados, de bajo coste y fácil carcajada han logrando lanzarles a la fama... y llenar sus bolsillos.
Youtube se ha convertido en un negocio para todos aquellos que tienen algo de gracia, talento y ganas de contar algo al mundo... El resto, es cosa de las visitas. Y es que en la plataforma de vídeos más popular del mundo a partir de 1.000 visitas se puede ganar dinero... mucho dinero. Los ingresos proceden de la publicidad que aparece en esas grabaciones y que llega a cientos de miles de personas.
Ya hemos vivido muchos ejemplos de gente anónima que se ha convertido en una estrella de Youtube. Jenna Mourey, una inglesa que hasta 2010 malvivía de su trabajo, comenzó su andadura como Youtuber subiendo un vídeo titulado
"Cómo engañar a la gente para que piensen que eres guapa"... Quién le iba a decir a Jenna que ese iba a ser el principio de una exitosa carrera como estrella de la red: sus ingresos anuales podrían ser como mínimo de 314.000 euros.
Hay otros casos como el de Howard Davier-Carr, que grabó a sus hijos y colgó el vídeo "
Charlie bit my finger", gracias al cual subió al puesto 7 de las reproducciones de la historia de YouTube. Otro fenómeno que también ha triunfado en la red es el baile, del que un claro ejemplo es el Harlem Shake: cuatro personas vestidas bailan delirantemente.
Nos encontramos con casos diferentes, como el fenómeno Gangnam Style de PSY. Este cantante coreano estudió al detalle los mecanismos de YouTube y lanzó el video con un gran presupuesto, alcanzando 2.000 millones de visualizaciones. Desde entonces... ¿Quién no ha bailado la
famosa canción?
¿Espontaneidad? ¿Situaciones cotidianas? ¿Cero vergüenza? Quizás sean estas algunas de las claves del éxito de los Youtubers… Y, como casi siempre pasa, cuantos más clics consigas, más cerca estarás de ser una auténtica estrella en la red.