Diseño de páginas web: 5 trucos que no debes olvidar

Tener una web hoy en día es facilísimo. En este ecosistema digital sin un lugar en internet no eres nadie y los desarrolladores lo saben. Por ese motivo, en los últimos años, cada vez son más las herramientas gratuitas que surgen con un objetivo: que cualquier persona sin ningún conocimiento técnico pueda crear una web.

El hecho de que sea tan sencillo, tiene sus pros y sus contras. Entre las buenas noticias está que el mundo digital se democratiza y que, por tanto, ya no hacen falta expresa especialistas en la materia para dar unos primeros pasos. Entre los contras, encontramos que la experiencia de usuario se cuida entre poco y nada y que el resultado acostumbra a ser pobre en lo relativo a diseño gráfico, algo que es natural en este tipo de plataformas: los milagros, a Lourdes.

Hoy hemos metido la nariz hasta el fondo en todo lo relativo al diseño de páginas web, y os venimos a contar algunos matices y trucos que probablemente no conocías. ¿Te interesa? ¡Sigue leyendo!

¿En qué consiste el diseño de páginas web?

Muchas personas ajenas al mundo del marketing digital pueden pensar que el diseño de páginas web tiene que ver única y exclusivamente con la creatividad y el “pinta y colorea” de toda la vida. Y, evidentemente, eso no es así.

El diseño de páginas es todo aquel trabajo referido a la planificación, diseño e implementación de una estrategia en un sitio web. El objetivo de un buen diseño es garantizar que la interfaz sea agradable e intuitiva para el usuario (UX y UI) a la hora de interactuar con ella, haciendo así que permanezca el mayor tiempo posible navegando por ella.

El trabajo de un diseñador o diseñadora de páginas web es esencial si quieres conseguir tus objetivos, porque un buen diseño lo es prácticamente todo. ¿Crees que estamos exagerando? Veamos un ejemplo muy sencillo: una empresa decide crear un e-commerce para su web y, para ello, contrata a un desarrollador web (¡buena idea, por cierto!) para que genere un sistema de compra cuyo funcionamiento técnico sea brillante. Hasta aquí todo suena genial. Sin embargo, decide no apostar por un diseñador web y, tras ponerlo en funcionamiento, descubre que sus usuarios se pierden en el primer paso de la compra. La experiencia para el usuario es negativa, no se efectúa la conversión y el sentimiento de frustración convierte a un posible prescriptor en un potencial detractor.

Los usuarios no te odiarán por tener un diseño web mediocre (a no ser que seas Ticketmaster y las personas no sepan cómo comprar unas entradas para Coldplay). Pero lo que sí tenemos claro es que una página web con buen aspecto, intuitiva y funcional hará que tus clientes vuelvan y la recomienden. Así que, sin más dilación, demos paso a un par de consejos que te permitirán conseguir el diseño de tu web sea perfecto.

5 trucos en diseño web que no debes olvidar

Ahora ya sí, hablamos de tú a tú con diseñadores web, ¡o con personas que estén en el proceso de convertirse en uno! Echa un vistazo a estos pasos que te indicamos a continuación, porque harán que no se te escapen detalles que en ocasiones se pierden en el proceso.

Empieza con un wireframe

Pero antes, te lo definimos. Un wireframe es una representación extremadamente simple y esquemática de la estructura y funciones de la página que estés creando. Puede ser de la página web en formato ordenador, pero también es perfectamente útil para una aplicación móvil.

Los wireframes son perfectos para una primera fase del proyecto. Permiten generar un boceto de la idea que tengas en mente antes de meter en la ecuación el diseño y el desarrollo de la web. Gracias a los wireframes puedes conseguir toda esta información:

• Compruebas que lo que tienes en mente y lo que necesita tu cliente encajan a la perfección.
• Garantizas que toda la web o aplicación funciona, al tener toda la información y funcionamiento a mano de una manera esquemática y visual.
• Te permite abstraerte de los detalles y centrarte en la facilidad de uso. Recuerda: si el usuario se pierde, mal asunto.
• Puedes visualizar el futuro a medio largo plazo, porque con esta representación puedes tener en cuenta aquellas partes cambiantes de la web en las que potencialmente se incluirá más contenido, por ejemplo.

¿Ya tienes tus wireframes creados? ¡Seguimos!

Ponte en la piel del usuario.

A la hora de diseñar el sitio web, piensa en las personas que van a navegar por él. Debes ser capaz de proyectar las necesidades de tu usuario y diseñar acorde a sus capacidades para hacerle lo más sencilla posible la tarea. ¿Encontrará rápidamente el producto que está buscando? ¿Habrá demasiados pasos para terminar el proceso de compra, se aburrirá y se irá de la página?
Planteáte preguntas, habla con personas con necesidades similares y testea una y otra vez. Sin este paso, no llegarás muy lejos.

Jerarquiza el contenido

Una vez tengas claro todo lo que vas a incluir al web, recuerda presentar la información de un modo coherente a nivel visual.
Dependiendo de la importancia de cada párrafo, organízalo en headers (H1, H2, H3, etc.) que vayan de una tipografía más grande a más pequeña. En este punto es posible que te venga de lujo la inestimable ayuda de un UX writer.

Realiza un sistema de diseño

Un sistema de diseño se trata de una herramienta que permite al equipo de trabajo establecer patrones y contar con elementos que deben reutilizar para crear funcionalidades de la web o aplicacion. En definitiva, son un conjunto de reglas que permiten crear unión entre todas las partes del equipo (especialmente diseño y desarrollo) para que toda la web sea clara y consistente.

Los sistemas de diseño son especialmente recomendables para webs muy extensas, porque optimizan enormemente los tiempos de producción en todos los equipos y te permite alinearte al 100% con el cliente. Si se trata de un proyecto pequeñito, es probable que puedas prescindir de este punto.

Optimización

Este punto es común a cualquier proyecto de diseño web o aplicaciones. ¡Revisa los tiempos de carga! Esto puede hacerse, por ejemplo, optimizando el peso de las imágenes y vídeos y haciendo uso de tipografías de Google Fonts en lugar de cargar unas propias. Dentro de este punto, hazte con la ayuda de un especialista en SEO que te eche una mano para mejorar el posicionamiento. El objetivo es muy claro: reducir al máximo los tiempos de carga para que el usuario no se aburra esperando y ganar puntos en el posicionamiento de buscadores.

Ahora que ya tienes en tu poder estas claves que te hemos dejado en el post, ya estás listo para dar tus primeros pasos en el mundo del diseño web. ¡Esperamos que te haya gustado!

Si conoces alguno más, coméntanoslo por redes sociales: Instagram, Facebook, LinkedIn y Twitter, ¡la que prefieras!

Nos leemos pronto.