Back end y Front End: ¿cuál es la diferencia?

Las webs son un profundo agujero de desconocimiento para muchos. En ellas se esconden cientos de conceptos que van desde lo más simple hasta lo más complejo. Hoy vamos a tratar dos de ellos en concreto que son de los más utilizados: <<back end>> y <<front end>>. Si estudiaste ingeniería o te dedicas profesionalmente al desarrollo web o al diseño gráfico y web es más que probable que sean tu pan de cada día. Pero para todos los que no, pueden ser palabras que suenen a verdadero chino mandarín. 

En Góbalo nos encanta ser didácticos y dedicarle tiempo y mimo a explicar conceptos como estos para que siempre hablemos el mismo idioma en todos los proyectos. Así que si ya tienes el papel y boli para empezar, ¡echemos un vistazo a lo básico! 

Los dos lados de una página web

La programación web es un área que está en constante crecimiento y permite que los sites de internet y las apps móviles cada vez tengan más funcionalidades y hagan la vida más fácil a los usuarios. 

Para tener un sitio en internet óptimo hace falta algo más que un buen diseño web, la compra de un dominio, cuidar los hipervínculos o posicionar correctamente a nivel SEO. Tienes que cuidar a partes iguales tanto la parte de front end, como la de back end. 

En este punto y antes de empezar a profundizar en cada uno de estos dos conceptos, debes tener cristalino que ninguno es más importante que el otro. Ambos se necesitan mutuamente para funcionar puesto que las webs deben ser agradables a la vista e intuitivas (front end), pero también deben funcionar a la perfección para que el usuario sea capaz de realizar acciones (back end). 

Son, en definitiva, una especie de equipo humano: en el front end serán necesarias personas con creatividad y en el back end otros perfiles más técnicos con alta capacidad de resolución de problemas y lógica. ¿Lo vas pillando? ¡Avanzamos! 

¿Qué es el front end? 

El desarrollo front end es el encargado de otorgar una estructura al contenido y al diseño que aparecen en la cara visible de la web. Su objetivo es claro: mejorar al máximo posible la experiencia de usuario.

Una de las funciones principales es establecer la jerarquía de los contenidos o el modo en el que estos se muestran a los usuarios: los colores, los vídeos (si los hubiera), los encabezados o la tipografía. En resumen, todo lo que hace que una página web sea “bonita”. Sin embargo, los diseñadores del front end van mucho más allá de esa parte estética: también son los encargados de asegurar que la página es correctamente legible para Google (lo que mejorará el posicionamiento orgánico) y harán que sea fácilmente accesible para los usuarios. Suena a un buen reto, ¿verdad?

Para diseñar un buen front end es necesario hablar varios idiomas. Y no nos referimos a que te apuntes a una academia de inglés, sino a saber tratar con herramientas imprescindibles de diseño de página como son el HTML, CSS o JavaScript. Aunque hay plataformas que te ayudan a crear webs sin necesidad de manejar estos sistemas (como Wordpress), un buen diseñador debería saber cómo emplearlos. Hagamos un repaso rápido:

HTML 

Es uno de los estándares esenciales a la hora de crear una página web. Sus siglas responden a HyperText Markup Language. Este lenguaje hace posible que puedas definir todo lo que figurará en la interfaz, desde la parte de texto hasta las imágenes y vídeos. Gracias a esta herramienta de desarrollo la interpretación del código es idéntica en cualquier navegador.

CSS

Este “idioma” está pensado para la parte del diseño y, como te puedes oler, ayuda a dibujar la apariencia visual de las páginas que se hayan escrito en HTML. Esto incluye la paleta de color utilizada y las fuentes de los textos, entre otras cosas.

JavaScript

Este lenguaje de programación es el encargado de ejecutar las tareas que se hayan implementado en el navegador. Entre sus funciones puedes encontrar la mejora de la interacción con el contenido previsto en la página web, la actualización automática sin necesidad de refrescar la página o la recogida de estadísticas sobre la experiencia de usuario (como el promedio de lectura, por ejemplo). 

¿Tienes claro cómo funciona la parte “delantera” de una web? ¡Vamos a por la de atrás! 

¿Qué es el back end? 

El back end es la parte de una web en la que sucede todo el desarrollo y su principal objetivo es cumplir que toda la lógica de la misma funcione a la perfección. Pero, ¿a qué nos referimos exactamente? Sencillamente es todo el cúmulo de acciones que pasan por cada página como comunicarse con un servidor, por ejemplo. 

Un desarrollador web debe ser capaz de manejar el código que vertebra una página y para ello es fundamental que sea muy cuidadoso porque un pequeño despiste y… ¡Pum! Página web not found. 

El back end cumple con infinidad de funciones que son esenciales para que una página web vaya como la seda. Aquí tienes algunas de ellas: 

Logra que exista un intercambio de información

Para que exista intercambio de información en una web será necesario que haya un correcto desarrollo web detrás; en caso contrario, es más que probable que sucedan errores al enviar un formulario, por ejemplo. 

Es capaz de mejorar las funcionalidades del front end

Gracias al desarrollo, el diseñador del front end puede disponer de nuevas funcionalidades que cumplan con las necesidades del usuario (no estando así limitado a las que ofrecen las plataformas como Wordpress). 

Optimiza la experiencia de usuario

De nuevo se entremezclan las funciones con las de un desarrollador de front end. Desde la parte “trasera” de la web, pueden optimizarse esos pequeños errores que a veces se generan y mejorar sin duda la experiencia de la persona que navegue por la web. 

Consigue que la página sea segura

Hoy en día la seguridad es uno de los aspectos que más se valora a la hora de navegar por una web. Un desarrollo backend bien ejecutado, previene a una web de ataques externos y filtrados de datos (tanto propios como de los usuarios).

Como ya hemos mencionado, el front end no puede vivir sin el back end (¡y viceversa!) pero si hay una diferencia clara es que la parte de desarrollo es la que consigue que un proyecto web se haga 100% a medida. En ese sentido, en Góbalo tenemos un amplio abanico de ejemplos de webs que se han hecho desde cero y pensadas única y exclusivamente para cada uno de nuestros clientes. Te dejamos a mano nuestro portfolio para que eches un vistazo y campes a tus anchas.

Hasta aquí el post de hoy. Esperamos haberte aclarado las dudas que tuvieras y, si no es así, no dudes en lanzarnos cualquiera que se haya quedado en el tintero a través de nuestras redes sociales: Instagram, Facebook, LinkedIn y Twitter, ¡estamos en todas!

Nos leemos pronto.